sábado, 17 de julio de 2010

MALOS HÁBITOS ALIMENTICIOS EN LOS UNIVERSITARIOS

Según una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), tanto varones como féminas universitarios, tienen patrones alterados en la alimentación , así como una insatisfacción de la imagen corporal, llevan dietas poco saludables y otras conductas dirigidas a perder peso.

Debido a esto, se han analizado factores asociados a los malos hábitos alimenticios entre los estudiantes universitarios españoles.

El trabajo realizado por investigadores de la Facultad de Psicología (Ana Rosa Sepúlveda, José Antonio Carrobles y Ana Gandarillas), explora los factores bio-socio-demográficos y psicopatológicos asociados a patrones alimentarios no saludables entre los universitarios, ajustando un modelo multifactorial que sigue los factores asociados según el género.

Los investigadores realizaron un análisis de regresión logística para describir las asociaciones en base al Inventario de Trastornos del Comportamiento Alimentario (EDI-2) estratificado por género en una muestra representativa de universitarios españoles (2.551; 67,3% mujeres y 31,3% varones).

Entre los resultados generales arrojados por el estudio:

  • La prevalencia de patrones alimentarios no saludables asociados a un trastorno del comportamiento alimentario fue del 14,9% en varones y del 20,8% en mujeres.
  • El grupo que puntuaba alto en el EDI-2 total presentó mayor prevalencia de conductas de dieta, insatisfacción corporal, mayores niveles de psicopatología y una menor autoestima que el grupo que puntuaba bajo en ambos sexos.
  • Los estudiantes de mayor edad y puntuaciones elevadas en autoestima presentan puntuaciones bajas en el EDI-2. En las mujeres, la depresión, la dimensión paranoica, la dieta y la insatisfacción corporal estaban asociadas a la población con patrones alimentarios no saludables.
  • En los varones la dieta, la insatisfacción corporal y la sensibilidad intepersonal estaban asociadas con un mayor riesgo de presentar patrones alimentarios no saludables.
  • Los hombres son más sensibles a la crítica social que los hombres de la población general, y por lo tanto posiblemente más sensibles a las normas sociales de la delgadez y del culto al cuerpo.

Estos resultados corroboran la idea de que conductas no saludables, como los hábitos alimentarios alterados, tienden a afectar a grupos vulnerables específicos.

Las asociaciones entre la dieta y la aparición posterior de ingesta compulsiva, las conductas extremas para controlar el peso y los trastornos alimentarios, sugieren que la dieta puede ser el primer paso en una progresión hacia la conducta alimentaria alterada más severa.

Ana Rosa Sepúlveda, profesora e investigadora de la Facultad de Psicología y encargada de coordinar la Consultoría, sobre Problemas de Autoimagen y Hábitos de Alimentación, en el Centro de Psicología Aplicada de la UAM, señala la importancia de estos estudios:

" Es necesario promover una mayor conciencia personal que permita identificar hábitos alimentarios poco saludables, que pueden derivar en una problemática personal más severa en periodos de estrés académico, en tanto que presentan estados emocionales más severos relacionados con la ansiedad y el estrés.”