viernes, 18 de diciembre de 2009

INFLUENCIA DE LOS VIDEOJUEGOS EN LA ALIMENTACIÓN INFANTIL



Un experimento demuestra que los videojuegos pueden cambiar las preferencias de nuestros hijos en lo que a la alimentación se refiere. Para bien o para mal.

Esta conclusión se ha determinado en un reciente estudio sobre la conducta de los niños, en sus preferencias alimentarias.


Le llaman "advergaming", que se podría traducir por algo así como "publijuego", es una técnica de marketing que consiste en crear un videojuego en el que participa un producto cuya venta queremos promocionar, sobre todo entre los niños. Se está utilizando para aumentar el consumo de ciertos alimentos, generalmente poco saludables.

Un equipo de investigadores norteamericanos ha realizado un reciente experimento, publicado en "Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine", para comprobar los efectos de esta técnica en las preferencias de alimentación de los adolescentes. Fue realizado sobre 30 niños afroamericanos de entre 9 y 10 años.

Diseñaron dos juegos. En el primero había que comer alimentos saludables (fruta, zumos...), con los que se iban sumando puntos para ganar el juego; en el segundo, por el contrario, eran chocolatinas, patatas fritas o refrescos lo que había que engullir para ganar la partida.


A un grupo de niños se les invitó a jugar con la versión "saludable"; a otro con la "no saludable", y un tercero no jugó a ninguna de las dos para que sirviera de grupo de control. A continuación, se les invitó a un aperitivo en el que podían elegir libremente, entre otros, los productos (saludables y no saludables) que habían aparecido en los videojuegos.


Las conclusiones de los investigadores fueron que la influencia de dichos videojuegos fue "más que notable", en palabras de uno de ellos, ya que, con sólo diez minutos de estar en la pantalla, eligieron en mayor medida los alimentos que habían sido protagonistas en la versión con la que habían jugado, ya fueran saludables o no.


El trabajo nos indica que los videojuegos pueden ser muy nocivos en lo referente a las preferencias de alimentación.


Pero también nos dice que se pueden utilizar para todo lo contrario. Su eficacia está comprobada y toda ayuda es poca en la difícil lucha contra la obesidad y a favor de una alimentación más sana.