El profesor de Políticas Nutricionales, el doctor Jack Winkler, de la Universidad Metropolitana de Londres, ha informado que el gran desafío surge de la necesidad de garantizar y regular la disponibilidad de omega-3 en cantidades suficientes para cubrir las necesidades de la población mundial.
Ya que para el año 2050 se espera que haya 9.000 millones de personas sobre la faz de la tierra.
Según Winkler, en el mundo, la gran mayoría de la gente tiene un consumo bajo de omega-3, que refleja la realidad de un mundo que todavía no se ha dado cuenta de la importancia que tiene estos ácidos grasos en nuestra salud.
El profesor opina que esto se debe a que normalmente la gente se enfoca en la falta de yodo, hierro, vitamina A y, cada vez más, de zinc. Y esto desvió el centro de atención de los carbohidratos, las grasas y las proteínas y, en mayor medida, del omega-3.
El problema reside, en que los trastornos cardíacos y vasculares, al igual que el deterioro mental, son complejos, y el papel de la falta de omega-3 no está lo suficientemente claro para la gente. Por lo tanto, no se lo considera con seriedad.
Los investigadores han señalado, que alentar a la población a consumir más pescado no es, necesariamente una solución, dado que muchos stocks están agotados y esa decisión podría intensificar los problemas.
Noruega es el mayor productor mundial de pescado con alto contenido de omega-3 para consumo humano.
Se dice que la caballa es la especie con mayor contenido de ácidos grasos, pero el arenque y las sardinas también tienen un alto contenido de omega-3.
Lo mismo sucede con el salmón y la trucha cultivados. Pero la pregunta es si la ingesta de omega-3 en los piensos debería ser mayor o menor que el contenido de omega-3 del salmón en sí.
El omega-3 también se vende en cápsulas, lo que no aumenta la cantidad de omega-3 disponible. Las fuentes son el mismo pescado que se puede utilizar para alimentar a otros peces o a los humanos.
Aumentar el interés sobre el valor de omega-3 en el futuro puede incrementar la popularidad de los peces pelágicos como alimento para los humanos y, en consecuencia, también aumentarán las ganancias para los pescadores.