sábado, 25 de enero de 2014

COMER FRUTOS SECOS REDUCE EL RIESGO DE OBESIDAD



Un equipo de Estados Unidos descubrió que las personas que consumen la mayoría de los frutos secos, como almendras, nueces de Brasil, pistachos o nueces, son un 37/46 % menos propensas a ser obesas que las que consumen poca cantidad de esos alimentos.
Y las que más frutos secos consumen son menos propensas a padecer un conjunto de factores de riesgo conocido como síndrome metabólico, que está asociado con un aumento del riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes.
El autor principal, ha sido el doctor Joan Sabaté, de Loma Linda University, California, donde analizaron la dieta de 803 hombres y mujeres adventistas del Séptimo Día de Estados Unidos y observó que los que más frutos secos consumían (unos 16 gramos por día) tenían un peso apenas por encima del valor normal que los que menos frutos secos ingerían o que no lo hacían y tenían sobrepeso y obesidad.

El IMC promedio de los participantes que más frutos secos consumían era de 27, mientras que el de los que comían pocos frutos secos (menos de 5 gramos por día) era de entre 29 y 30.
Además, un tercio de los participantes tenía síndrome metabólico, es decir, tres o más enfermedades asociadas con el riesgo de padecer enfermedad cardíaca y diabetes (obesidad, hipertensión, colesterol elevado y gordura abdominal).
Por cada porción de 28 gramos de frutos secos por semana, el riesgo de desarrollar síndrome metabólico disminuía un 7 %.