domingo, 15 de noviembre de 2009

EL INSTITUTO DE OBESIDAD INSTA A PADRES Y EDUCADORES, A REVISAR LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS DE LOS NIÑOS



La obesidad en la población infantil y juvenil supera el 13,9 por ciento, mientras que el sobrepeso se encuentra en el 12,4 por ciento, por este motivo el Instituto de Obesidad insta a colegios y educadores a una revisión de los hábitos alimenticios de sus alumnos, al considerar "muy preocupantes" estos datos publicados recientemente por el Ministerio de Sanidad y Política Social.

Así, hace especial incidencia en la necesidad de educar en los hábitos alimenticios de los menores como la mejor forma para afrontar el curso escolar'. En este sentido, señala que los cereales, las patatas, la fruta o la verdura han de figurar entre las bases de una correcta alimentación, moderándose el consumo de grasas, especialmente de origen animal, y de azúcar.

Todo ello sin olvidar la importancia del ejercicio físico como factor de desarrollo en estas edades, ya que "el sedentarismo también influye en la obesidad infantil".

Según los resultados de un estudio realizado por la Fundación Alimentum, el 45 por ciento de los padres españoles asegura que sus hijos dedican más de dos horas diarias a formas de ocio pasivo como ver la televisión.

A la hora de abordar los principales motivos que han conducido a esta situación en la población infantil, advierte de que existe un déficit alimentario desde el desayuno, donde "se observa que a esta primera comida del día se le dedica un tiempo completamente insuficiente".

Según el estudio EnKid, manejado por el Ministerio de Sanidad, el 6,2 por ciento de la población infantil y juvenil española no desayuna habitualmente, y casi un 60 por ciento de los niños dedica al desayuno menos de 10 minutos, lo que se asocia a una baja calidad nutricional.

Asimismo, el resto de comidas del día tampoco resultan mucho más equilibradas. Al respecto, recuerda que las dietas tradicionales han sido reemplazadas por otras con una mayor densidad energética, "lo que significa más grasa, principalmente de origen animal, y más azúcar añadido en los alimentos, unido a una disminución de la ingesta de carbohidratos complejos y de fibra".