domingo, 23 de agosto de 2009

LA NEURODIETA

Esto es solo para que lo leas y te des cuenta lo que influye la alimentación en el estado de ánimo.

La "neurodieta" es una nueva manera de adelgazar que permite bajar de peso, disminuyendo la ansiedad. Consiste en incorporar "triptófano", una sustancia que sólo se consigue a través de determinados alimentos como las nueces, el chocolate o los cereales. Este método, entre otros beneficios, ayuda también a combatir la ansiedad y la depresión.

Para tener una vida sana y saludable, resulta esencial conocer propiedades y beneficios de los alimentos, la forma de consumirlos y combinarlos, pero también no escatimar lo indispensable. Simplemente porque la inadecuada calidad de nutrientes -vitaminas, proteínas y minerales- que necesita el organismo, produce desequilibrio con respuestas negativas que abarcan desde el ánimo hasta el control del peso corporal.
Muchos investigadores están abocados a la relación alimentos-química cerebral para descubrir las causas de la depresión y la obesidad. Y, por ejemplo, ya han logrado dilucidad que algunos alimentos son capaces de desencadenar la producción de endorfinas, verdadera morfina natural que fabrica el organismo para aliviar el estrés. Es el caso de los dulces -chocolates, caramelos-, que si se acompañan con ejercicio físico y experiencias placenteras ayudarían a segregar esta hormona.
Así lo afirman el doctor Norberto Russo -especialista en Trastornos de la Alimentación y director del Centro de Nutrición y Vida Sana- y la licenciada en Nutrición Carolina Méndez, también del mencionado centro, creadores de la dieta que contempla todas estas instancias. Conocer las sustancias a las que se refieren los especialistas permite poder seguir los cambios de nuestro estado de ánimo.
Una de ellas es la "catecolamina" -sustancia química neurotrasmisora responsable del estado de alerta y la tensión- cuya segregación aumenta con los alimentos que tienen más proteínas -carne, pescado, huevo, queso- y pocos hidratos de carbono. En cambio, aquellos que tienen más hidratos de carbono -cereales, frutas- y pocas proteínas, estimulan la segregación de otra sustancia química llamada "serotonina", responsable del estado de saciedad, de la conducta y de algún tipo de depresión.

Así, resulta más fácil entender por qué mucha gente come dulces para calmar su ansiedad: la glucosa de los dulces aumenta la producción de "serotonina" en el cerebro; y su disminución es causa de depresión del "síndrome de compulsión selectiva de dulce nocturno", con su consiguiente aumento de peso. Del mismo modo, considerando a los alimentos la química indispensable para nuestra vida, se evalúa que la sal en cantidad, la cefeína, el alcohol, las xantinas -utilizadas en el chocolate-, las carnes rojas y grasas saturadas con alimentos que aumentan el estrés; mientras que los vegetales, cereales e hidratos de carbono tendrían propiedades antiestrés.
Precisamente en estas premisas se basa la nutrición biológica -fuertemente propiciada por Russo y Menéndez, que respeta la química del cerebro para la confección de dietas y programas de alimentación, para adelgazar y combatir la anorexia, bulimia y enfermedades anímicas. "Concretamente, las dietas neurobiológicas buscan el descenso de peso combatiendo el apetito con el sólo manejo de sus neurotransmisores. Así permiten combatir la obesidad sin alterar el estado de ánimo; aún bar de peso mejorando el ánimo y disminuyendo la ansiedad", afirma el doctor Russo.

OTRAS CLAVES - Quien acumuló hasta 20% más de su peso ideal, tiene sobrepeso. Si el exceso alcanza más de 20%, puede decirse que el paciente es obeso. En otras palabras, si una persona que debería pesar 70 kilos pesa hasta 84, tiene sobrepeso. Si la balanza indica más 84 kilos, es obeso. Según el especialista doctor Manuel Zajac, director de Consultorio de Especialidades Médicas de Buenos Aires, "un tratamiento eficaz incluye un plan alimentario hipofermentativo (baja fermentación para evitar la dilatación del estómago), hipocalórico y capaz de aportar las proteínas necesarias para mantener el equilibrio somático". "Esta combinación, sumada a una actividad física controlada, son claves para disipar kilos demás, contribuir a un deseable esquema corporal e instalar el bienestar físico y psíquico", sostiene el especialista.