Entre más obesa sea una persona, más bajos serán sus niveles de vitamina D, de acuerdo con un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores noruegos.
Para investigar el impacto de la obesidad en la absorción de la vitamina D, el equipo dio seguimiento durante 6 años a 1464 hombres y 315 mujeres, con una media de edad de 49 años.
En función del índice de masa corporal (IMC), se escogieron a los que sobrepasaron el índice 30. Cerca del 11% estaba en la categoría de "obeso mórbido".
El estudio encontró una relación inversa entre tener peso de más y una cantidad insuficiente de vitamina D, que es crítica para la salud celular, la absorción del calcio y el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
La deficiencia de vitamina D puede aumentar el riesgo de deterioro óseo y de ciertos tipos de cáncer.
Los investigadores también sugieren que las personas con sobrepeso y obesas podrían tener problemas para procesar correctamente la vitamina.
El equipo observó que después de que se absorbe (ya sea mediante la exposición al sol o el consumo de alimentos como pescado graso y leche enriquecida) la llamada "vitamina del sol", el cuerpo debe convertirla en una forma utilizable, llamada 1,25-dihidroxivitamina D.
Sin embargo, este proceso de conversión parece no funcionar entre las personas obesas, lo que complica los esfuerzos para medir su estado de salud real respecto a la vitamina D.
Los autores de este estudio han sugerido que las personas con sobrepeso y obesas se podrían beneficiar de tomar complementos de vitamina D y mayor exposición a la luz solar.