En estos duros momentos desde el punto de vista económico, un número considerable de españoles tiene dificultades para comprar comida y hace esfuerzos por ahorrar en la cesta de la compra.
Existe una idea errónea bastante generalizada de que todos los alimentos sanos son caros.
Se puede comer de manera saludable con un presupuesto limitado, aunque puede que requiera un poco más de planificación.
Según la encuesta Eurobarómetro Flash de 2010 realizada para supervisar el impacto social de la actual crisis económica, aproximadamente 1 de cada 5 europeos tuvo dificultades para comprar comida u otros productos necesarios para la vida diaria en al menos una ocasión durante los 12 meses previos a la encuesta.
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Ante esta situación financiera inestable, todo el mundo se preocupa por el futuro e intenta reducir gastos. Un objetivo claro es la cesta de la compra.
La comida casera es más barata
Un reciente estudio americano evaluó el coste de la compra de alimentos para cumplir con las recomendaciones dietéticas nacionales.
Se comparó la compra de alimentos en supermercados con la de comida rápida en restaurantes modernos.
- Los alimentos adquiridos en supermercados incluían grandes cantidades de fruta, verduras congeladas, pechugas de pollo, carne magra, pasta, pan, cereales de desayuno y productos lácteos.
- Las comidas adquiridas en el restaurante moderno consistían normalmente en bocadillos, carne de pollo empanada, patatas salteadas o fritas, zumo, café o refrescos.
Los análisis demostraron que el coste por caloría de la dieta de comida rápida era un 24% más elevado que la dieta de comida casera.
Sin embargo, este cálculo no incluía los costes de la infraestructura privada para cocinar ni el tiempo necesario para comprar y preparar los alimentos, por lo que el ahorro total podría ser algo menor. Desgraciadamente, no existen datos en Europa que permitan hacer una comparación.
Por lo general, se cree que comer de manera saludable resulta caro, pero los supermercados hoy en día ofrecen una amplia gama de alternativas.
Además, las directrices alimentarias recomiendan consumir únicamente pequeñas cantidades de los artículos costosos como carne, pescado, pollo y queso.
- En realidad, deberíamos comer más judías, lentejas y otros productos económicos como pan (integral), arroz, pasta y otros cereales.
- Busque las ofertas especiales y, sobre todo, compre únicamente lo que sepa que va a comer.
Reducir al mínimo el desperdicio de comida
En Europa tiramos grandes cantidades de comida cada año, muchas veces aún en su envase original.
Esto se debe principalmente a que los alimentos se estropean antes de que encontremos tiempo para comerlos o a que cocinamos demasiada cantidad y tiramos el resto.
Una buena manera de alimentarse de forma sana y económica sin desperdiciar comida es tener un plan.
- Dedique media hora aproximadamente a decidir su menú semanal, mire en libros de recetas o consulte alguna de las muchas páginas web donde obtendrá abundantes ideas para preparar comida sana.
- Compruebe lo que tiene en su despensa, haga una lista de ingredientes adicionales y limítese a su lista al hacer la compra.
- Coma algo antes de ir al supermercado, puede que así evite comprar impulsivamente, ya que el hambre hace que llenemos nuestro carro de la compra con productos que no necesitamos.
El resultado: ingredientes que se van a aprovechar en lugar de estar en la despensa estropeándose, tiempo ahorrado cada noche, ya que sabe lo que va a cocinar, y comidas saludables y sabrosas que no nos costarán un ojo de la cara.
Consejos frugales sobre alimentos
- Compre la fruta y la verdura de temporada, y cocine con estos productos en la medida de lo posible
- Diseñe un menú semanal sano de bajo coste
- Escriba una lista de la compra y aténgase a ella
- Organice los alimentos en su nevera/despensa de manera que los consuma antes de su fecha de caducidad
- Mida las porciones para reducir el desperdicio
- Entérese de cómo utilizar las sobras
- Cocine el doble y congele la mitad para otro día
- Los supermercados a menudo bajan el precio de los artículos perecederos al final del día o los fines de semana, cuando se aproxima la fecha de caducidad
- Comparta ofertas especiales/compras en grandes cantidades con un amigo o congele productos para usarlos posteriormente.