lunes, 10 de mayo de 2010

RELACIONAN EL GUSTO INTENSO POR LOS DULCES DE LOS NIÑOS, CON LA SALUD MENTAL LA FAMILIA

La depresión y los antecedentes familiares de alcoholismo, podrían tener que ver con qué tanto le gusten los dulces a los niños.


"Sabemos que el sabor dulce recompensa a todos los niños y los hace sentirse bien".


  • Además, ciertos subgrupos de niños podrían estar particularmente atraídos por la dulzura intensa debido a su biología subyacente", aseguró la autora del estudio Julie A. Mennella, psicobióloga del desarrollo del Centro de los Sentidos Químicos Monell, en Filadelfia.


  • El nuevo estudio incluyó a 300 niños entre los 5 y los 12 años de edad, a quienes se dio 5 cantidades de azúcar de mesa (sacarosa) disuelta en agua para determinar su nivel preferido de dulzura.

  • Se preguntó a los niños sobre la presencia de síntomas de depresión, y sus madres proveyeron información sobre el uso de alcohol de la familia.
  • Alrededor de una cuarta parte de los niños tenían síntomas depresivos, y 49% una historia familiar de alcoholismo.


  • Un gusto por la dulzura intensa fue mayor en los 37 niños que tenían síntomas depresivos y antecedentes familiares de alcoholismo.

Entre esos niños, su nivel preferido de dulzura fue de 24% de sacarosa, equivalente a unas 14 cucharaditas de azúcar en una taza de agua, y más del doble de dulzura de un refresco típico.

Ese nivel de dulzura es un tercio más intenso que el 18% de sacarosa preferido por otros niños.

Se sabe que el sabor dulce y el alcohol activan muchos de los mismos circuitos de recompensa en el cerebro. Pero Mennella dijo que los hallazgos del estudio no indican necesariamente que haya una relación entre las preferencias por lo dulce de un niño y el riesgo de alcoholismo más adelante en la vida.


No se sabe si este nivel de satisfacción con los dulces es un marcador de uso de alcohol posterior.