martes, 1 de marzo de 2011

SABER LAS CALORÍAS DE LOS ALIMENTOS DE COMIDA RÁPIDA NO IMPIDE CONSUMIRLA


Una investigación reciente halla que publicar la cantidad de calorías de las opciones del menú en los restaurantes de comida rápida no parece motivar a los adolescentes y a los padres de niños pequeños a pedir comidas menos calóricas.


Los investigadores que estudiaron las opciones del menú de 4 cadenas de comida rápida antes y después de la entrada en vigencia del etiquetado obligatorio en la ciudad de Nueva York, señalaron que esta medida legislativa ha hecho muy poco por reducir el consumo de calorías.


"No se observó ningún cambio en el consumo de calorías antes y después de la entrada en vigencia del etiquetado", ha señalado el autor principal del estudio, el Dr. Brian Elbel, profesor asistente de medicina y políticas de salud de la Facultad de medicina y la Facultad de salud pública Wagner de la Universidad de Nueva York.


"El etiquetado [de las calorías] no es una solución

milagrosa".

Los esfuerzos relacionados con los restaurantes para combatir la obesidad infantil necesitan otros enfoques, tales como decirles a los consumidores el límite ideal de calorías para cada comida.


La comida rápida se ha relacionado con mayores tasas de

obesidad en niños y adolescentes, escribieron los autores.

Aunque los adolescentes leyeron las cantidades de calorías publicadas en los restaurantes de comida rápida en la misma proporción que los adultos, esto no se tradujo en elecciones de comida más bajas en calorías.

Como parte de la nueva ley de reforma de la atención de la salud, los restaurantes con 20 establecimientos o más deben publicar el contenido calórico de sus menús. La ciudad de Nueva York fue pionera al poner en marcha un programa de etiquetado de alimentos en julio de 2008.

Los restaurantes estudiados han sido McDonald's, Burger King, Wendy's y Kentucky Fried Chicken.

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  • El 57 por ciento de los adolescentes de la muestra de Nueva York dijo que había leído la etiqueta, pero apenas el 9% tomó en cuenta esta información al momento de ordenar la comida.


Los adolescentes consumían 730 calorías por orden, en promedio

antes de la introducción del etiquetado y 755 después


Los padres eligieron para sus hijos pequeños 610 calorías antes y 595 después, una reducción que no fue estadísticamente significativa.


  • Cerca del 35% de los adolescentes apuntó que consumía comida rápida 6 o más veces a la semana. Alrededor de la tres cuarta partes señalaron que el sabor era lo que influía en su pedido.

  • Para muchos clientes, la ubicación del establecimiento era lo que les llevaba a elegir un restaurante.

El estudio confirma la necesidad de una mejor educación sobre lo que es la alimentación sana y el consumo adecuado de calorías por comida.